lunes, 27 de abril de 2009

...y llegó la Feria

Hoy empieza la Feria de Abril de Sevilla. Por si alguien no lo pilla, es una feria que se hace en el mes de abril en la ciudad de Sevilla. Sí, amigos. Creo que el señor que le puso el nombre era de Rota.

Así que esta noche, miles de sevillanos se echarán a la calle para compartir un momento único, inigualable, esperadísimo... el "alumbrao". Y esto qué es. Pues, básicamente, encender la luz.

En concreto, este año se encenderán 215.000 bombillas. Para el que nunca haya presenciado el "alumbrao", lo explico. Uno se va la calle con los amigos y juntos eligen un punto de la ciudad desde el que se adivine la Feria. Y digo "se adivine" porque todavía está todo apagado y eso es un campo más oscuro que el ojete de Lucía Etxebarría atravesado por el humo negro de "Lost"... Y se espera.

Una cervecita, un jijijí, un jajajá... Y de pronto, a las doce en punto de la noche, llega el momento... Tensión, nervios... Es a esa hora cuando el alcalde demuestra que en Sevilla cualquiera puede ser alcalde. No importa si se tiene el mismo cerebro que Belén Esteban. Lo importante es ser capaz de apretar un botón rojo gigante gracias a que tienes un tío al lado que te dice: "ahí, ahí, apriete ahí... Sí, sí, ahí... al ON".

Y por fin, se enciende -pero por partes (que debe ser para darle emoción, porque el resto de los días se enciende todo al mismo tiempo)- la Feria. O lo que es lo mismo, el "Real". Que parece un titular del Marca -"Se enciende el Real", que te imaginas a los jugadores del Madrid gritando como la Patiño- pero no. Significa que los que están dentro de las casetas pueden salir, que ya se ve... Y entonces, los aplausos se suceden, la emoción salpica los rostros de los niños que galopan en las espaldas de sus padres, las viejas sonríen por última vez y reclaman con urgencia la última unción para morir en paz, los periodistas se agolpan en la portada para sacar esa bella estampa de la Feria de Abril, esa que recorre todos los telediarios y donde una noche antes oscura y gris ha pasado a ser una velada que irradia alegría, luz y copas baratas.

Y entonces, cuando ya está todo encendido, el que no tiene caseta (o sea, el 90 por ciento de los sevillanos) se va a su casa sin pisar el albero porque esta noche sólo pueden entrar los socios y porque, aunque haya 215.000 bombillas petando la línea eléctrica y toda España se haya enterado de que el interruptor de los cojones funciona, quillos/as, lo diré... Lo mejor de la Feria... es de día.

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