martes, 7 de junio de 2011

La noche de los cristales rotos

"Mamá, quiero ser antidisturbios" no es una idea mía. Es de mis amigas Cuchillo y Tenedor, pero son tan bonicas que me dejaron hacer una canción para un espectáculo que ojalá monten algún día y que es el germen de la historia de María José... Mi primera novia, mi primer amor.

El sábado pasado, en el Marimba, este tema vivió una actualización debido a los desalojos de Barcelona y las protestas del 15-M. Y hela aquí (siempre he querido escribir esto: "hela aquí").



Sobre el último marimbolo, sólo puedo decir una cosa. Mi amiga Kamaku llegó y se le rompió una botella de cristal; a mí, al volver a casa con el equipo, se me rompió un vaso portavelas (de cristal). A mucha gente se le cayeron las copas (de cristal), estrellándose y despedazándose en el cemento. Y sé de algún camarero que también vio cómo se le resbalaba algún vaso (de vidrio, qué locura) hasta caer sin salvación en el duro e inclemente suelo... Por lo demás, estaba lleno, DJ Chi-oh! lo petó con una sesión sin fisuras y despedimos la temporada marimbera a lo grande.

Los judíos rompen un vaso en las bodas. Lo estrellan contra el suelo y comienza el jolgorio... Yo no soy judío. Pero ya lo he cantado aquí: si puedo elegir, me pido Woody Allen. Y tras esta noche de encuentros, regalos y cristales rotos, he vuelto a elegir... Y me he casado con el Marimba.

Pasadlo bien. Me piro de luna de miel. Nos vemos en septiembre.


Gracias.

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