jueves, 18 de diciembre de 2008

Concentración Imposible

Entre el curro a distancia, el guión de la peli, el de la otra peli, los cortos, otros proyectos y, sobre todo, mi nueva tele LCD gigante, me he dado cuenta de que empiezo a pasar demasiadas horas en casa. No sólo creo que estoy cogiendo algún kilo de más, sino que, para más inri (madre mía, esto sí que tenía ganas de escribirlo algún día, "para más inri") no acabo de concentrarme: chequeo el mail, miro el facebook, luego el mail, el facebook, el mail, el mail otra vez, el facebook, el mail... todo así, en un bucle infinito que no podría parar ni un hijo concebido por Hulk y Belén Esteban.

Así que esta mañana cogí la bici -así me muevo, ja ja ja, adiós para siempre, michelos- y decidí ir a la biblioteca pública más cercana para concentrarme. Gran idea: intentar concentrarme en un sitio repleto de libros, películas y veinteañeras... Justamente, las tres cosas que me llevaría a una isla desierta y a todas mis mudanzas.

Y claro, fracasé.

Tardé una hora en irme. En ese tiempo, fui dos veces al baño, pasé veinte minutos en Internet y ojeé por encima el Manual Merck de Veterinaria... la 5ª edición... y porque la 6ª estaba en préstamo.

Puta merda.

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