martes, 2 de diciembre de 2008

Señales (II)

Cerca de mi casa, hay una obra en cuya fachada (perdón por escribir palabras como "cuya" en un post) se puede ver esto:

Si nos fijamos, veremos que hay una señal arrancada (arriba, a la derecha). Que esto ya es raro. Antes se arrancaban las señales para, básicamente, putear. Tú ibas mamado, cogías una señal de "stop" y la ponías en medio de la calle sin pararte a pensar que luego te la ibas a comer tú mismo con tu coche. Pero no sé de qué puede servir una señal sin una base de hierro firme que corte la carretera, a no ser que seas idiota y estés de cumpleaños. Pero no es esto lo que llamó mi atención, sino otra imagen. La de al lado:

Algunos despistados como yo se habrán preguntado: ¡¿pero qué mierdas significa este señor sin ojos?! Pues bien. Esta señal que más tarde he podido descubrir en más solares, significa lo siguiente: "Prohibido el paso a todo el personal ajeno a esta obra". Que tú dices, vale, si leo lo que pone abajo (eso mismo) sí lo pillo. Pero si no me hubiera dado por leerlo, podría haber entendido perfectamente esto: "Prohibido llevar visera, enseñar una mano negra gigante y tener una boca ovalada donde caben dos penes".

Pero bueno, seamos sinceros. Es cierto que leí el texto y que eso ayudó a aclarar algunas dudas. Pero no contento del todo, seguí cavilando hasta llegar a esta conclusión que me convence más:

Amigos, esta señal va más allá de prohibir el paso a simples transeúntes. Esta señal tiene un fin humanitario. Este dibujo podría acabar de una vez por todas con una de las mayores desdichas del pueblo hispanohablante. Detrás de este trazo fino realizado en punta 0.2 se esconde una de las mentes creadoras más solidarias de este siglo... Sí... Se ve que en este solar ocurría algo que desde hace décadas todos sufrimos. En este lugar se mantenía vivo ese chiste rápido, indómito e inmortal que se nos quedó grabado en la infancia y que, aún hoy, no conseguimos quitarnos de encima. Ese chiste que sólo los niños, los bebés, los auténticos seres puros de este mundo, no han llegado a conocer aún. Y antes de que esa tradición siga expandiéndose y arruinando las mentes en las que se sustenta nuestro futuro, hay alguien que ha querido ponerle fin con esto. Y es que todavía existen millones de acres donde si un señor dice "son las cinco", "perdón, las seis y cinco" o "¿una lata pa los cinco?", otro responde "por el culo te la hinco". Y esto, por fin, se va a acabar.

Esta señal dice "Prohibido decir cinco".

Y a tomar por culo el premio.

Ya era hora.

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